Nos han comparado nuestro entorno personal de aprendizaje con un iceberg o un árbol, pero, aunque son buenas imágenes, yo lo veo de otra manera.
En mi cabeza, mi entorno personal de aprendizaje se parece a una estación de metro en la que entraran continuamente muchos trenes, porque no me interesa una sola cosa, sino muchas.
Cada tren viene en una dirección (una rama de conocimiento), cada cual trae unos pasajeros (unos conocimientos); vemos a algunos, otros pasan de largo, otros los oteamos desde lejos. Algunos trenes ni siquiera paran en nuestra estación.
Los trenes se cruzan, se intercambian pasajeros (datos); algunas líneas no se cruzan jamás, pero otras transcurren a veces hasta en paralelo o por la misma vía...
En mi cabeza, mi entorno personal de aprendizaje se parece a una estación de metro en la que entraran continuamente muchos trenes, porque no me interesa una sola cosa, sino muchas.
Cada tren viene en una dirección (una rama de conocimiento), cada cual trae unos pasajeros (unos conocimientos); vemos a algunos, otros pasan de largo, otros los oteamos desde lejos. Algunos trenes ni siquiera paran en nuestra estación.
Los trenes se cruzan, se intercambian pasajeros (datos); algunas líneas no se cruzan jamás, pero otras transcurren a veces hasta en paralelo o por la misma vía...
Gran trabajo José María, te felicito por la analogía del metro, totalmente acertada.
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